de la casa a la oficina,
del viaje al pensar
de la madrugada a la noche.
Vivo en solitario
cuando al reír
sólo escucho mi eco
y la voz entrecortada.
Duermo en solitario,
en la noche del autobús
en el cuarto de hotel
y en la misma calle.
Hablo en solitario
en mis metáforas
en los versos
con las letras del viento.
Camino en solitario
bajo las lluvias
de las lágrimas
y el tráfico insoportable
La misión que sigue,
en la que el whisky
es más que un consejero
me dejará un tanto acompañado
Y la música
ahora será
más que protagonista
un desahogo
De regreso
en el metro
mientras me siento
a lo largo de la banca
Viendo en la noche
las miradas perdidas
y los gritos
que el silencio inmortaliza
Ahora en la mirada perdida
en mis audífonos
en mi hambre y mi sed
en mi sueño, no parezco tan solo.