... No hay paso atrás, mi mano ubica el interruptor y apago la luz eléctrica de mi cuarto, todo de nueva cuenta regresa a la oscuridad que regala la madrugada de invierno, camino cuidadosamente por la casa y al abrir la primera puerta el aire frío me da una peculiar bienvenida al exterior, los primeros pasos en la calle son los que me irán dando pauta de mi ritmo del día, hoy en particular llevan un compás tranquilo pero a la vez consciente de que no puede perderse tiempo con cualquier detalle, mientras me dirijo al trabajo, puedo notar la especial y peculiar soledad que inunda las calles, son vacaciones para los estudiantes y para mucha gente que las ha programado para estar con ellos, hay quienes han salido y otros tantos como yo que seguimos en la batalla diaria del trabajo, los negocios cerrados y la luz ámbar del alumbrado público es el mejor escenario para ambientar con la música que de forma aleatoria mi reproductor selecciona para recrear palabras y posibles soluciones.
Este es el último día del año, trabajaré medio día y luego no sé que pasará en mi casa, este tipo de celebraciones han perdido importancia en los últimos años, hace tiempo llegábamos a festejar y el resultado siempre era el mismo, recuerdo que cuando era niño la ilusión de la navidad y el año nuevo me hacían un gran hueco en el estómago, llegaron a ser un momento de discusión familiar muy tenso, en el cual parecía que el ego imperaba sobre cualquier muestra de buenos deseos, paz y armonía que tanto se predican en esta época, opté por cambiar esa tensión al restarle o eliminarle la importancia a esa fiesta, me empecé a apartar de todo eso y después cada quién optó por hacerlo a su manera, el internet se volvió un fiel compañero de todo esto, llegando a toparme con tal vez una o dos personas en línea que de forma virtual deseaban un feliz año nuevo en punto de las 12 de la noche.
Ahora a mis 30 años mi vida se ha vuelto una interrogante, hoy comí solo en un restaurante, no ha sido la primera vez, de hecho han sido cientos de veces que he realizado muchas actividades así, salir de paseo, ir al cine, ir de compras, ir a un concierto, actos que normalmente están diseñados por no sé quién para hacerse en pareja o en grupo, yo he intentado acompañarme de alguien y ha sido maravilloso cuando lo he pasado así, sin embargo las circunstancias me han llevado a llevarlas a cabo de forma solitaria, y creo que por un buen tiempo se mantendrán así.
En este fin de año, ha habido turbulencia en mi vida, principalmente ha afectado mi salud y prueba de esto es que mi rostro se está recuperando, sin embargo otros temas están presentes y no se han cerrado del todo, las máquinas necesitan parar y recibir su mantenimiento, creo que es mi caso pero una necedad más fuerte llega a parar cualquier intento de pausa, simplemente se enoja, y llega a encenderse una llama que raya en la obsesión por seguir luchando por una causa perdida o bien, algo que es más que claro que no es para mi, ya que está perdido e inmiscuído en intereses económicos de los cuales prefiero no tener noción o pleno conocimiento.
El alcohol ha estado ausente en mi vida estos días, debo de confesar abiertamente que el potencial que abre es inmenso y más sobre todo cuando de escribir se trata, me embriago en imágenes que conjugadas con las letras llegan a ser un hermoso testimonio de lo que es mi ser, aunque muy a mi pesar el oficio de escritor o poeta distan mucho de ser mi profesión, lo que hago trato de compartirlo con la gente cercana y sé que en ocasiones dar una opinión al respecto es demasiado complejo o también podríamos llamarlo irresponsable, espero que mis amigos escritores no se ofendan con lo que hago, simplemente me nace hacerlo, así de sencillo.
Las mañanas frías y el inicio de las jornadas laborales también son inspiradores para mi, es digno de admirar como hay un fuego interno en cada uno de nosotros que nos lleva a recorrer kilómetros, soportar las inclemencias del tiempo y los peligros que habitan en nuestra ciudad, me han criticado enormemente por estar donde estoy, por no preferir un lugar como un corporativo y resistir las carencias que se padecen en las instalaciones de operaciones, simplemente es estar en una línea de fuego, compartir un día a día con los que realmente hacen la fuerza en el trabajo, agradezco todas las lecciones de humildad y generosidad que me han dado, cada día es impredecible y no hay como la tenacidad y perseverancia que predican nuestros guardianes.
El amor tiene muchas formas de manifestarse, desde la imagen de unos enamorados dándose un beso, hasta la ternura de una madre alimentando a sus hijo, pero hay un sin fin de variedad de imágenes en esto, que de igual forma pude presenciar y me hizo caer en cuenta de lo duro que es estar ahí, muchas veces podremos decir y pregonar amor, pero hacer el amor es algo radicalmente distinto, saberse débil y sin razón en ocasiones, reconocer errores, compartir grandes momentos, estar a lado en la enfermedad es la mejor prueba de lo incondicional y libre que debe de ser vivir el amor, misteriosamente por lo regular escribo hacia el amor y a las mujeres, a una tristeza que habita en mi y que no es un secreto, todo este tiempo he podido reflexionar más al respecto y no mezclarlo con tantos excesos.
Al igual que muchas personas, quiero enviar mis mejores deseos, sin embargo, sepan que no me nace hacerlo etiquetando o mezclarlo con alguna imagen, tomarme fotos de una cena familiar (que ahorita es inexistente en mi casa), y a los 3 días olvidar que pasó, mi invitación es a vivir, aunque a veces nuestra vida es totalmente complicada, se los digo por que frecuentemente me llegan ideas de terminar y entrar a lo desconocido, y compartir mis momentos con ustedes, no soy una persona tan complicada, en verdad en ocasiones me dejo abrazar y que me digan que me quieren, aunque conozco que en mi trato suelo ser distante y seco.
Lo mejor de todo es que gracias a sus comentarios, trataré de seguir puliendo lo que llego a compartirles, esta tarea es bastante exigente para mí, no me gusta escribir lo que me venga y darle punto final, aunque como aclaré anteriormente, no me dedico plenamente a escribir por lo que luego más bien busco un espacio para mi descanso, espero su comprensión.
Tengo miles de dudas, yo sé que todos las albergamos, solo seamos sinceros y no nos escondamos en el racionalismo o las conjeturas para escudarnos, disfruten de los momentos que se presenten en sus proximos días y no se esfuercen en calificarlos, libérense de los sentimientos de culpa y no lastimen a nadie incluyéndose a ustedes mismos.
Solo diré... ¡Gracias!
Ahora a mis 30 años mi vida se ha vuelto una interrogante, hoy comí solo en un restaurante, no ha sido la primera vez, de hecho han sido cientos de veces que he realizado muchas actividades así, salir de paseo, ir al cine, ir de compras, ir a un concierto, actos que normalmente están diseñados por no sé quién para hacerse en pareja o en grupo, yo he intentado acompañarme de alguien y ha sido maravilloso cuando lo he pasado así, sin embargo las circunstancias me han llevado a llevarlas a cabo de forma solitaria, y creo que por un buen tiempo se mantendrán así.
En este fin de año, ha habido turbulencia en mi vida, principalmente ha afectado mi salud y prueba de esto es que mi rostro se está recuperando, sin embargo otros temas están presentes y no se han cerrado del todo, las máquinas necesitan parar y recibir su mantenimiento, creo que es mi caso pero una necedad más fuerte llega a parar cualquier intento de pausa, simplemente se enoja, y llega a encenderse una llama que raya en la obsesión por seguir luchando por una causa perdida o bien, algo que es más que claro que no es para mi, ya que está perdido e inmiscuído en intereses económicos de los cuales prefiero no tener noción o pleno conocimiento.
El alcohol ha estado ausente en mi vida estos días, debo de confesar abiertamente que el potencial que abre es inmenso y más sobre todo cuando de escribir se trata, me embriago en imágenes que conjugadas con las letras llegan a ser un hermoso testimonio de lo que es mi ser, aunque muy a mi pesar el oficio de escritor o poeta distan mucho de ser mi profesión, lo que hago trato de compartirlo con la gente cercana y sé que en ocasiones dar una opinión al respecto es demasiado complejo o también podríamos llamarlo irresponsable, espero que mis amigos escritores no se ofendan con lo que hago, simplemente me nace hacerlo, así de sencillo.
Las mañanas frías y el inicio de las jornadas laborales también son inspiradores para mi, es digno de admirar como hay un fuego interno en cada uno de nosotros que nos lleva a recorrer kilómetros, soportar las inclemencias del tiempo y los peligros que habitan en nuestra ciudad, me han criticado enormemente por estar donde estoy, por no preferir un lugar como un corporativo y resistir las carencias que se padecen en las instalaciones de operaciones, simplemente es estar en una línea de fuego, compartir un día a día con los que realmente hacen la fuerza en el trabajo, agradezco todas las lecciones de humildad y generosidad que me han dado, cada día es impredecible y no hay como la tenacidad y perseverancia que predican nuestros guardianes.
El amor tiene muchas formas de manifestarse, desde la imagen de unos enamorados dándose un beso, hasta la ternura de una madre alimentando a sus hijo, pero hay un sin fin de variedad de imágenes en esto, que de igual forma pude presenciar y me hizo caer en cuenta de lo duro que es estar ahí, muchas veces podremos decir y pregonar amor, pero hacer el amor es algo radicalmente distinto, saberse débil y sin razón en ocasiones, reconocer errores, compartir grandes momentos, estar a lado en la enfermedad es la mejor prueba de lo incondicional y libre que debe de ser vivir el amor, misteriosamente por lo regular escribo hacia el amor y a las mujeres, a una tristeza que habita en mi y que no es un secreto, todo este tiempo he podido reflexionar más al respecto y no mezclarlo con tantos excesos.
Al igual que muchas personas, quiero enviar mis mejores deseos, sin embargo, sepan que no me nace hacerlo etiquetando o mezclarlo con alguna imagen, tomarme fotos de una cena familiar (que ahorita es inexistente en mi casa), y a los 3 días olvidar que pasó, mi invitación es a vivir, aunque a veces nuestra vida es totalmente complicada, se los digo por que frecuentemente me llegan ideas de terminar y entrar a lo desconocido, y compartir mis momentos con ustedes, no soy una persona tan complicada, en verdad en ocasiones me dejo abrazar y que me digan que me quieren, aunque conozco que en mi trato suelo ser distante y seco.
Lo mejor de todo es que gracias a sus comentarios, trataré de seguir puliendo lo que llego a compartirles, esta tarea es bastante exigente para mí, no me gusta escribir lo que me venga y darle punto final, aunque como aclaré anteriormente, no me dedico plenamente a escribir por lo que luego más bien busco un espacio para mi descanso, espero su comprensión.
Tengo miles de dudas, yo sé que todos las albergamos, solo seamos sinceros y no nos escondamos en el racionalismo o las conjeturas para escudarnos, disfruten de los momentos que se presenten en sus proximos días y no se esfuercen en calificarlos, libérense de los sentimientos de culpa y no lastimen a nadie incluyéndose a ustedes mismos.
Solo diré... ¡Gracias!