El árbol con las ramas azules,
se impone desafiante en invierno,
en medio del parque,
sabiéndose distinto a los demás que lo rodean
Él ha sabido disfrutar del agua en sequía,
de la caída de sus hojas en otoño,
de su fuerte tronco
que lo mantiene erguido en todo momento
De su forma,
espera con paciencia
que el azul se transforme y madure
en el paso de los días al llegar a ser meses
La magia
de su peculiar color
hará que den paso
desde los verdes hasta el café
Al momento de descubrirlo,
su carácter me atrae
me sume en sus recuerdos
habla con palabras reconfortantes
Me tiende el abrazo,
que llevo días pidiendo
de forma tan espontánea
que encuentro la pureza de su alma
Cuando vuelvo en mí
y de nueva cuenta
estoy a lado suyo
a pesar de los rayos del sol,
puedo ver que de igual manera
ahora soy azul.