Palabras mías... que espero lleguen a ser leídas¡¡
Pages
Followers
Labels
- Justificación (1)
- ol (1)
- watmos (1)
Impresiones del pasado...
Algunas partes de los textos van dirigidos hacia alguien y las partes muy íntimas las he tenido que editar (espero que comprendan que cuando escribo dirigido a alguien... solo esa persona es el destinatario).
Todos han sido producto de vivencias de hace tiempo, como tal nuestro inconciente es atemporal... por eso me he dado a la tarea de reunir varias cosas del pasado en este presente.
Gracias por darte una escapada¡¡¡
Templo
Abrazo
Cuando yo era taxista
Visita al Psiquiatra
Camino
Vías
Seguimos juntos
Cuerpo
Watmos, una crítica
(Esta entrada fue publicada anteriormente en el blog que alberga http://www.myspace.com/rockewatmos)
Debo de manifestar que son varios los motivos que me llevan a escribir esto, partiendo desde una vivencia personal y siendo un muy particular punto de vista.
Durante 5 años he participado dentro de un grupo de Metal de nombre Watmos, el cual cuando inició se planteaba únicamente el tocar algunas canciones de los grupos que me gustaban en conjunto con mis cuates, sin embargo creo que nunca pasó por mi mente el alcance que tendría mi idea para posteriormente volverse en un deseo colectivo.
Creo que en esas épocas lo que realmente nos importaba era estar completos y pasar el mejor momento posible, ya que no aspirábamos a otras cosas más que estar tocando música que nos latía, sin embargo la naturaleza humana de la ambición nos fue llevando a aspirar a otros caminos, también hay que estar muy conscientes de que el juego de rockstar era algo que nos empezaba a gustar.
Dejamos a un lado los ensayos esporádicos, para volvernos en una banda más formal, en la que había que ensayar más seguido para pulir nuestro sonido y dejar de ser una banda de chamacos desmadrosos que les vale como suene y solo se juntan para echar desmadre, lo nuestro empezó a tomar forma, a la vez serio, a la vez irreverente, ¿Por qué no? Podríamos hacer burla de lo que quisiéramos, bien podíamos hacer versiones metaleras de la Negra Tomasa o bien cotorrear con “Vamos al Noa Noa” en nuestras presentaciones sin mayor problema.
Pero, a semejanza de lo que puede ocurrir en nuestra vida cotidiana, empezábamos a dejar de ser niños para sentirnos algo más “maduros” y ya no permitirnos estas situaciones en los escenarios, había que sacar covers de forma correcta y lo mejor posible, había que cumplir con las nuevas exigencias que la banda tenía, ahora en vez de tocar en una fiesta cualquiera, ya empezábamos a tocar en escenarios como el Circo Volador o el Hard Rock, los Watmos ya habían dejado de ser amateurs para codearse con las bandas del sector under del Distrito Federal, empezamos a hacer amigos que también tocaban en otros grupos, el grupo prometía para futuro.
Sin embargo el jueguito de armar covers empezaba a generar ciertos disgustos con algunos de los miembros de la banda, generando la inquietud de ser una verdadera banda de metal al tener canciones propias, sería una tarea interesante ya que todos teníamos ideas y gustos diferentes, por lo que el conglomerado o el nuevo mosaico aportaría nuevas cosas y no sería una copia de los grupos que nos gustaban.
El adentrarnos en el mundo del metal under en el Distrito Federal dejó tanto buenas como malas experiencias, el afrontarnos con la realidad de que los espacios que existen para las bandas no son necesariamente los más adecuados para disfrutar una noche de adrenalina pura, la mayoría de las ocasiones el sonido era malo (si no es que pésimo) y las bandas se caracterizaban por un constante pensamiento individualista, por lo que siempre era un problema escoger a la banda que iniciara y la banda que finalizaría, ya que esto no garantizaría un buen público.
Pero lo que menciono anteriormente es lo que forma parte de esta misteriosa cosa que es hacer un “toquin”, el caos y la incertidumbre, olvidarse que los músicos son personas y comen y medio comer en el mejor de los casos, el esperar horas y horas después de las que se habían convenido en un principio, el encontrar que banda sonaba mejor y lo que se encontraba alrededor… cervezas o alcohol, drogas y la aventura de conocer a alguna chica, o simplemente ver como todos se daban en la madre con el “slam”, también por supuesto, saber qué banda era la que prendía más, terminando a altas horas de la madrugada, sin ningún pago a cambio pero con la felicidad de haberse presentado en un foro ante tal vez veinte personas.
Los Watmos se tomaron tan en serio el juego de ser rockstars, que los ensayos eran divertidos pero ya empezaban a ser tensos en ciertos momentos, pero todo se aceptaba por que la banda ya no era la misma que cuando estaba en pañales, tan en serio se llegaron a tomar su juego que empezaron a grabar las seis canciones que con tanto esfuerzo y peleas internas pudieron componer, durante esto proceso de grabación uno de los watmos decidió que no podía seguir en el grupo, generando desconcierto y tristeza, sentimientos que difícilmente se podrían relacionar con música dura y agresiva.
Como seres humanos no estábamos exentos de discusiones, la situación se empezó a volver difícil porque dejó de existir lo que había antes, ahora ya existía formalidad y no todos estábamos preparados para cumplirla, se decidió que otro elemento más tenía que salir porque no estaba permitiendo el crecimiento de la banda.
Entraron nuevos elementos a la banda que aportaron nuevas ideas y sentimientos, nuevas alegrías y empatías se hicieron presentes en la agrupación, el grupo marchaba bien, ya que contaba con creaciones propias que le daban identidad, pero después de no caer otro de los miembros decide marcharse, debido a que ya existían limitantes y hasta diferencias musicales con otros integrantes de Watmos.
Aún así la idea seguía, la banda formal tenía que dar paso y mostrarse fuerte, reunir elementos para no decaer, ya que se estaba promoviendo el “Demo” al que muchas bandas aspiran tener, sobre todo con una calidad decente, con la que se podía captar la esencia del grupo, el hacernos presentes en este mar de agrupaciones a lo largo y ancho del mundo.
No sé si se han percatado que a lo largo de toda esta breve descripción hayan descubierto lo difícil y duro que es partir de un ideal a un plano real, estoy hablando de que lo que aparentemente es divertido se puede volver una situación tensa y difícil, en la que incluso amigos (casi hermanos), pueden quedar distanciados por algo que los unió en un principio, en donde de pronto se mezclaron las vidas de cada quién y dieron como resultado en algunas ocasiones amistades extendidas, en otras enemistades y rencores.
¿En qué momento Roque García se puso a pensar en todo lo que podía pasar?, nunca, desafortunadamente no soy adivino, y creo que de haber sabido las consecuencias que podía tener una banda, hubiera tomado otro tipo de precauciones que en un inicio me hubieran parecido descabelladas, pero como bien me decían en la Universidad, el “hubiera” no existe, y bien nuestro lenguaje da cabida a esa forma de pensamiento, debe de interpretarse como una precaución a nuestras acciones futuras.
Me he llevado en estos cinco años un sinfín de experiencias muy gratas, ya que por fin conocí la experiencia de estar al frente de más de 300 o 400 personas, de estar con otros músicos y conocer sus instrumentos y formas de pensar, porque ante todo, conviví con otras personas que me abrieron su vida y casa, compartir con sus familias; Difiero enormemente de el concepto o prejuicio que se tiene en torno a que los metaleros son personas que se la pasan todo el tiempo drogándose o poniéndose pedos, porque si bien estas situaciones se dan en una tocada de metal, no es una situación indispensable para entrar al mundo del metal (y seamos honestos, las drogas y el alcohol están en todas partes, tanto en fiestas de niños popis hasta en el rincón más ñero de nuestra ciudad).
¿Qué ha sido la música para mi entonces?, L a música siempre ha sido una segunda voz para mí, tal cual las notas son nuevas sílabas que armónicamente pueden expresar un sinfín de sentimientos y estados de ánimo, y creo que es ahí donde quiero permanecer, existe un lenguaje y una disciplina que dictamina el cómo y qué se debe de hacer con la música, algo que conozco levemente y que algunos de mis compañeros de grupo dominan mucho mejor que yo, creo que tal vez es algo que ambiciono, sin embargo debo de tener muy puestos los pies en la tierra y aceptar que estudié una profesión que también requiere mucha observación y una gran capacidad de escucha.
Este pequeño texto tiene la intención de hacerme reflexionar y por consecuencia criticar mi postura en estos cinco años, a plantearme de nueva cuenta mis metas como metalero, ¿Qué quiero?, creo que el ambiente y la experiencia de ser famoso ha pasado varias veces por mi cabeza, dejando un sello notorio de “aquí se engrandeció su ego, estamos para servirle”, pero es algo que todos queremos, y creo que el mundo a pesar de aceptarlo y vanagloriarlo está harto de eso, (por lo menos es lo que caigo en reflexión).
Creo que mi experiencia como ser humano que toca una guitarra tiene su mayor recompensa en una satisfacción, que en primera instancia debe de ser personal, y voy cayendo en cuenta que no la he tenido desde hace bastante tiempo, por lo que tomaré cartas en el asunto y dejaré de engañar a mi ego con ese sellito.
Todos los días tengo una sensación de salir desanimado, ya que la crisis mundial me lleva a estar muy ligado a situaciones personales muy complejas, de hecho son tantas que ocasionan desgaste en mi, incluso llegan a ocasionarme un bloqueo mental que nutre mi insatisfacción, y creo que debo de encontrar un balance entre mi profesión y mis actividades de esparcimiento, por lo que quiero dejar de ver la música como otra obligación, ya que honestamente, de un horario de lunes a viernes de 6 20 am a 8 pm, tengo muchas horas en que mi mente tiene que dar soluciones y ya… ya no quiero sentirme obligado a…
Lo que pueda hacer a mi alcance será más que satisfactorio… al coño con la idea de seguir haciendo más formalidades… de eso ya he tenido suficiente.