martes, 20 de agosto de 2013 | By: Roque

Una nueva noche de rebeldía

Sólo me percaté del sonido de mis carcajadas en medio de la noche, la laptop estaba encendida y en ella veía un capítulo de la serie que acababa de descargar, hoy no había querido entretenerme con la consola de videojuegos, ni con las redes sociales y los videos en línea quería dejarlos para otra ocasión, me había asegurado de tener bastante cerveza para poder pasar bien la noche conmigo mismo y así dar pie a esta nueva forma de rebeldía, iba a ser una noche pesada y lo mejor estaba por empezar.

Pudiera parecer algo extraño que hasta ahora me percatara de mi risa, pienso que a las once y media de la noche de un miércoles, la mayoría de la gente está durmiendo, mientras yo sé que al otro día tengo que ir a trabajar, pero esto no es un pretexto suficiente para dejar de entretenerme, hoy simplemente quiero disfrutar del momento y me justifico al saber que mi jornada laboral fue pesada, mañana pudiera ser mejor o peor, eso es un asunto que el destino tendrá que resolver.

Hay miles de anécdotas y días como éste, ya que la semana me los presenta a diario, es una difícil decisión saber qué hacer, ya que bien puedo arreglar mi camisa, pantalón y corbata para el día siguiente , cenar algo y disponerme a descansar antes de las diez de la noche, o bien, (como hice el día de hoy), puedo correr a la tienda de conveniencia a comprar mis seis latas de cerveza, para mi fortuna se encuentran abiertas las veinticuatro horas del día, pienso que la oportunidad de no perder una venta a las tres de la mañana por mínima que sea, es algo fenomenal (al menos para solteros como yo).

En mi desvelo no hay más que una gran búsqueda de respuestas, acompañado con el alcohol mi pensamiento llega a lugares tan lejanos como París y tan cercanos como la pequeña estufa de mi cocina, sé que mañana en el trabajo se crearán las preguntas, de las cuales la solución era para un día anterior, de cualquier forma había dado la mejor opción que mi pensamiento sobrio podía imaginar, lo demás es historia, cada quién hizo lo que creyó conveniente y se evitaron explosiones, pérdidas lamentables y un ahorro en horas hombre, ya que si hubiera cometido un error, no podría darme el lujo de tener trabajo y este relato tendría otro contexto.

La lluvia y la noche lograban darle una mayor justificación al hecho de estar en el departamento, bien podía quedarme dormido, pero tenía unas ganas enormes de confrontarme con el tiempo y no cederle espacio, sabía que al otro día el sobrellevar la rutina sería un acto estoico y de pleno heroísmo, pero no sería la primera vez que lo hiciera, no había nada mejor que desear la desaparición del despertador, despertar con resaca o bien todavía ebrio, tratar de recordar las clases de actuación (que nunca tuve), para mostrar mi mejor cara y demostrar que la noche anterior había estado resguardado sin ninguna clase de aventura.

¿Qué es lo que encontraba en las latas?, Había vaciado cada una hasta la última gota, me imaginaba que al beber pasaba el rato de una forma más amena, pero he descubierto con el paso de estas experiencias que una gran emoción y energía brota de mi cuando lo hago, sin embargo es una situación personal que llego a compartir con mis personas cercanas, pero también disfruto de este descubrimiento en mi intimidad, la oportunidad de reflexionar de forma pausada y sin tantas prisas como nos lo exigen nuestros días es un acto que desborda en la osadía y la confrontación, el tiempo nos come y nosotros fuimos quienes lo enmarcamos en el paso de esas manecillas.

La serie que descargué se caracteriza por tener un humor ácido, situaciones comunes que tienen una solución inusual, pienso que sería divertido que esto sucediera en el día a día, pero curiosamente caigo en la reflexión de que también mi rutina tiene su forma de hacerse divertida, cada palabra fuera de contexto puede dar lugar a una batalla campal y espantosa de correos electrónicos que aparecen casi de forma instantánea, todos cargados de soberbia y productos de una lucha de poder, al fin y al cabo no hay nadie que de la cara, sólo van apareciendo al actualizar la bandeja de entrada, creo que por mucho tiempo me tomé en serio esto del trabajo (bueno en realidad no mucho), y me gustaría imaginarme que en todo el humor fuera el centro y eje de nuestro actuar.

No me he quitado más que la corbata, pero sigo con la mayoría del traje puesto, creo que es una forma de hacer más ligero el hecho del buen vestir, de seguir el código de vestimenta y esas cuestiones que funcionan en los trabajos, a otros les daría rabia, yo sólo permito que mi investidura me acompañe en mi diversión, somos fieles amigos y compañeros, ya que es testigo desde mi partida hasta mi llegada, en cada visita a la lavandería o a la tintorería sé que se lavan todos mis secretos.

¿Es esta mi rebeldía?, ¿Desvelarse, tomar cerveza, reír a morir y olvidarse del mundo exterior sabiendo que mañana será un día de trabajo?, temo decir que en estos días, es así.

 

3 comentarios:

Ankiseth dijo...

Me sentí terriblemente identificado con esta entrada. Por lo pronto para mí esta bien. Mañana? En 10 años? No sé si podré satisfacer mi hambre de aventuras de esta forma. Por lo pronto, todo pasa, y estoy en ese frágil equilibrio que llamamos estar bien.

Unknown dijo...

Si la vida es dificil, nos golpea y muchas veces nos hacen sentir solas aunque estamos rodeados de mucha gente. Pero la vida es bella y no tenemos dejarnos vencer por sentimientos tristes, hay que levantarse una y otra vez. Como dicen todo pasa por alguna razon y Díos no nos da lo que no podemos soportar, es para hacernos más fuertes. Y vida hay no mas que una y tenemos que sacar lo mejor en todo por mucho lo que cuesta a veces.
Un abrazo fuerte con cariño

Ssor Lal dijo...

Compañero de vida, qué decir, creo que todos estamos en una búsqueda trascendental de nuestra cotidiana existencia y la tremenda resistencia que pareciera natural, de no querer vivir la alienación al sistema. Situación que comparto, no con el alcohol pero sí desde la música, la reflexión y una buena salida con mis perros. Un abrazo y gracias por compartir.

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